El trabajo cambió, comienza la diciendo la propaganda de Zona Jobs, y nos plantea el caso de “Roberto” un anti-millennial.
En el video que acompaña la propuesta, muy bien hecho por cierto, vemos la frustración del protagonista al enfrentarse a situaciones como una oficina pet friendly, el home office, el uso de la bicicleta como transporte y una moda desenfadada en la oficina.
Más allá de su aversión por las selfies y el café de Starbucks vemos a un baby boomer temprano enfadado por el nuevo lenguaje en las oficinas y su incapacidad para adaptarse al cambio. La voz en off nos dice que necesita tiempo, yo pienso que necesita apertura de pensamiento; honestamente no creo que el tiempo le ayude mucho. Sobre todo cuando lo que vemos un Roberto es un claro problema de actitud.
Y no es privativo de los baby boomers, sino también es un fenómeno que podríamos observar en los millennials tratando de tomar el control de las empresas fundadas por sus padres o de los X, que nos hemos quedado en medio de estas dos grandes generaciones tan heterogéneas.
Estoy convencida que el tema generacional es un pretexto para no admitir que las grandes barreras de comunicación están en nosotros y no en las preferencias y modas de cada generación.
Mi propuesta: menos “anti millennials, anti baby boomers, X’s, Y’s…” y más reconciliación desde nuestras diferencias.