Con frecuencia mis clientes me preguntan a qué se refiere el concepto de “viral“. Recuerdo haber escuchado el término varios años atrás, desde los nacientes expertos en redes sociales, que soltaban la palabra con tal naturalidad que apenaba preguntar algo más.
Cuando pienso en “virus” me remito a la pandemia de influenza en México del 2009. En ese entonces trabajaba como editora para Expansión y aunque algunos editores en jefe se rehusaban a dejarnos ir, al final terminé siguiendo un improvisado plan de crisis para trabajar desde casa.
Dato curioso: la palabra virus se asocia con la raíz latina weis (fluir, veneno) y con el griego ios (veneno).
Por su parte, “viral” sin duda me remite a Facebook, a Twitter, a los famosos memes y a todo lo que representa la red como escaparate informativo. También me hace pensar en los riesgos de subir un comentario desafortunado, un like a destiempo o un tuit descortés... en fin, lo que le ha costado la chamba y el prestigio a más de una persona y empresa. En esos casos pareciera que la palabra está relacionada con algo francamente venenoso.
Hoy me encontré una historia maravillosa y pienso adoptarla para comentar con mis clientes a qué se refiere el término”viral”. Resulta ser que una maestra en Madrid, España, quiso demostrar literalmente a sus alumnos la rapidez y fuerza de Internet, así como sus riesgos.
Bajo este orden de ideas, un simpático dibujo de “un muñeco de palitos” nos sonríe bajo la leyenda “Ayúdame a recorrer el mundo. Soy Nico”.
Por lo pronto, hoy 1º de marzo de 2017 “Nico” ha cruzado continentes y está en México, ¿hasta dónde llegará el viajero sonriente que acompaña en una aventura virtual a la Maestra y sus alumnos? No lo sé, pero lo que sí es fácil advertir es que la creativa profesora ha logrado dar una excelente demostración a sus pupilos.