¡Honestidad ante todo!

Hoy descubrí un video producido por la cuenta de Vogue España que pertenece a una serie llamada “Fashion Drama”.

Me resultó un poco largo pero divertido y tiene un punto súper rescatable para nuestros temas de empleo y concretamente de búsqueda de empleo: la honestidad.

Ciertamente la honestidad debiera ser un valor que se practicara con más frecuencia. Sin embargo, uno no puede andar por la vida diciendo que tiene pie de atleta o que siempre llegó tarde a las clases de siete de la mañana.

Entonces, ¿se vale mentir para conseguir un trabajo? Yo diría que no, definitivamente no. La razón es que, tarde o temprano, la mentira por “muy piadosa” que sea saldrá a relucir. Desde mi perspectiva, para la empresa siempre será preferible conocer un perfil honesto, aunque eso nos lleve a conocer ciertas debilidades de los candidatos. Es mejor contratar a una persona sabiendo sus áreas de oportunidad que tener que despedir a un mentiroso… El caso de la falsa Millennial en Vogue España es muy ilustrativo:

¡Ya ni le busques! o el fenómeno de la sobrecalificación

Hoy El Universal en línea publicó la nota “48% de desempleados con prepa o universidad” en la que sostiene 1.85 millones de personas desempleadas en México tienen estudios superiores.

Cada vez que pienso en los muchos candidatos que he conocido en esta situación, y que me han compartido su frustración por no encontrar oportunidades, me parece que algo está claramente funcionando mal en el sistema laboral mexicano.

¿Por qué alguien que le apuesta a su preparación académica no tiene garantía de empleo? Sé que puede haber un sinfín de explicaciones al fenómeno:

-el candidato se preparó tanto, que ahora las empresas no alcanzan a pagarle lo que vale

-el candidato se preparó tanto, que se olvidó de tener experiencia laboral y a la empresa no le parece atractivo un perfil “tan académico”

-el candidato se preparó tanto, que superó el perfil de su media y ahora es un garbanzo de a libra ¡que no encuentra su lugar!

-el candidato se preparó tanto, que encontrará en la fuga de talento una opción para emplearse

¿Qué estamos haciendo frente a este fenómeno?

Me parece que muy poco. Veo que solo algunos de estos candidatos consideran el auto empleo o convertirse en empresarios. No sé si esa sea la respuesta pero al menos puede ser una manera de superar un sistema ya de antaño carente de oportunidades para todos.

Aprendiendo ¡en casa!

Así como la tendencia en el mercado laboral apunta al home office, también en el ámbito de la educación está sucediendo algo similar.

El homeschooling o escuela en casa es una propuesta que me resulta en verdad innovadora. Los chicos se quedan en casa con padres que toman la labor docente, ellos repasan los temarios oficiales con la posibilidad de extenderse o profundizar en ciertos temas. Por supuesto que no se apegan a los “libros oficiales” sino a los que los padres consideran como buen respaldo educativo, incluyendo textos de otros países.

Bajo este esquema educativo:

-se promueve la pasión por el conocimiento y se desarrollan habilidades autodidactas

-se administra adecuadamente el tiempo de aprendizaje apostándole a la productividad

-los padres asumen un reto adicional a su rol familiar

-los chicos tienen la posibilidad de presentar los exámenes de grado en el sistema abierto

Si la pregunta es cómo se manejan las habilidades sociales de los educandos, los entusiastas de la escuela en casa proponen que los alumnos acudan a clases deportivas o de disciplinas artísticas para conseguirlo.

¿Será este el futuro de la educación? Se lo cuestiona una Maestra que quiere seguir en el aula.

Educación: la piedrita en el zapato

Hace ya varios años que la educación es un dolor de cabeza en México. Durante años, la dictadura sindical no sólo construyó una mafia, sino que retrasó el avance de miles de estudiantes que hoy sufren las deficiencias de su formación.

Cuando dejé la escuela y me enfrenté a la vida real me sucedió lo que a muchos colegas ¡me di cuenta de que no sabía nada! Y honestamente deseaba que a las generaciones que me seguían les ocurriera algo distinto: que se encontraran con buenos maestros y aprendieran cosas útiles para la vida.

Parece que todo eso sigue siendo un deseo romántico, esta semana se dieron los resultados de la prueba PISA que evalúa el nivel educativa entre los miembros de la OCDE y nuevamente ¡reprobamos!

Al leer esta nota me acordé de mi primer “maestro” de Derecho que me puso a copiar la Constitución a mano. Mi “maestra” de piano que me quitó las ganas de aprender a manazos cada vez que me equivocaba y aquella otra de Química que me obligó a copiar en el examen final para pasar porque no había entendido absolutamente nada.

Y ahora escribo este post cuando estoy a unos días de aplicar un examen final a mis alumnos de licenciatura… sólo espero que de verdad se hayan llevado aprendizajes útiles para la vida y que en su vida adulta la educación ya no sea una piedrita en el zapato… de sus hijos.

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