May 4, 2017 angelica

Que te despidan ¿por mensajito?

Cierto. La comunicación en estos días es rápida, a veces incluso, vertiginosa. Cuando no nos enteramos de algo pareciera que vivimos en un “mundo paralelo”.

Esta prontitud ha generado muchos fenómenos sociales dignos de estudio. Sin embargo, un efecto que ha llamado mi atención y francamente me preocupa es el uso que están dando las empresas a los canales de comunicación con sus colaboradores.

Hace un par de semanas alguien me enteré del despido de casi 3,000 trabajadores de GM en Venezuela vía mensaje instantáneo. Algunos podrían pensar que la situación económica, política y social de ese país es tan mala, que la organización no encontró mejor opción y fue lo mejor que pudo hacer en ese contexto.

Y ahí justamente está mi reflexión. ¿En qué momento subestimamos la comunicación personal y la posibilidad de dar la cara (literalmente) cuando se trata de temas importantes?, ¿cómo es que una empresa ha decidido usar este medio para terminar una relación laboral que, seguramente, empezó de un modo muy distinto?

Las formas siguen siendo trascendentes y me parece que en materia de relaciones humanas aún más.

Mi reto personal es saber distinguir en qué conversaciones uso la prontitud de los mensajes instantáneos y cuáles otras pienso que ameritan una llamada o incluso una reunión presencial.

Desearía que a nadie lo despidan por WhatsApp… es casi como pedir el divorcio con un mensajito… y lo peor, es que conozco un caso 🙁

 

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