¡Qué difícil es escribir sobre el Día de San Valentín sin caer en cursilerías! Honestamente pensé en dejar en blanco esta página. Sin embargo, las redes sociales me dieron la solución. Entendí que, en muchas ocasiones, es mejor callar y dejar que los diseñadores editoriales nos sorprendan.
Les comparto esta magnífica portada de The New Yorker del 14 de febrero del 2000. ¡Feliz San Valentín!