¿Recuerdas la última vez que leíste un texto entero sin parar? ¿o aquella otra en la que, literalmente, devoraste un libro en horas?
Esta evocación llegó a mi memoria después de ver una particular escena en la Ciudad de México. Nos habíamos quedado varados en el tráfico, justo atrás de un camión de basura.
En la caja del vehículo, entre un sinfín de desechos y con varios costales colgando sobre su cabeza, un hombre estaba sentado… leyendo.
Como verás en la foto, sostiene entre sus manos y piernas una revista. Observa atentamente, sin pasar las páginas y seguramente se había olvidado ya de su playera sucia, el olor fétido y de los amenazantes costales sobre su cabeza.
Y así, en un instante, un hombre en medio de basura se había ido de viaje.